lunes, 21 de septiembre de 2009

... AL AMANECER




Endvra - The devils stars burn cold

No sé si el ánimo de una persona tenga que ver necesariamente con el clima reinante en la ciudad o con el ambiente que percibimos al amanecer. Hay mañanas en las que, luego de despertar o mejor dicho luego de esperar impacientemente la llegada del día (últimamente no logro conciliar el sueño y lo único que hago es esperar a que amanezca) percibo en el ambiente una extraña sensación de desolación acompañada de una ligera sensación de fastidio. El clima frío y levemente sombrío en esta época del año acompañada de un cielo inmensamente gris y oscuro que casi siempre está a punto de soltar su llanto de una vez por todas sobre mí, pero que solo llega a gotear de a pocos, no hace sino resaltar esta enorme sensación de desanimo. Tal vez el hecho de no aprovechar las horas correspondientes al merecido descanso son las que me arrastren a este universo de aburrimiento rutinario y que diariamente percibo al recibir los primeros indicios de luz. Camino casi mecánicamente hacia el punto inicial del día anterior a repetir nuevamente un viaje infinito hacia mi destino, ver los mismos rostros o tal vez no darme cuenta de ninguno en particular pero el ambiente cansino y aburrido no desaparece, solo se repite una y otra vez como en una vieja película. Todo este recorrido ritual lo hago acompañado de una especie de “soundtrack fílmico” que acrecienta mi angustia, que le pone la nota tétrica a mi recorrido. En mis oídos resuenan las notas graves de una marcha cuasi fúnebre que me acompaña maquinalmente en mi desaliento.

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