martes, 23 de junio de 2009

LIMA LA HORRIBLE (MONÓLOGO INTERIOR)



…La gran ciudad y mi tristeza, mientras camino, siento mis pasos cansinos bajo el enorme cielo gris de Lima, entre el bullicio y la suciedad, bajo la eterna neblina invernal de la mañana. El aire frío del amanecer que penetra y adormece mis sentidos. Sigo caminando. ¿Aun estoy despierto?, no lo se, solo camino. Me gusta caminar y ver a las personas pasar y repasar, miles de personas ante mis ojos, rostros y más rostros, el devenir, la indiferencia. Siempre que salgo a caminar por estas calles me viene a la mente la frase de Carlos Gassols al inicio de Tinta Roja:

“Que son los hombres sobre la tierra sino un puñado de insectos en el cuerpo de una perra, que esta puede sacudirse de encima en cualquier momento... Eso somos en la gran ciudad: insectos…”

Muchos odian Lima, odian su clima, su cielo color panza de burro y su indiferencia. Pero yo no, yo la amo, amo a Lima, amo su bulla, su caos, su eterno desorden. Caminar por Lima y dibujar en mi rostro una sonrisa irónica, estúpida, como una mascara, como un escudo que nadie entiende. ¿A alguien acaso le importa mi desánimo? O ¿Hacia donde me dirijo? ¿Acaso les importa si he perdido el rumbo? Quizá si, quizá no, ya no importa. He vivido en Lima toda mi vida, y soy parte de este universo caótico, algunas veces cálido y otras veces cruel. Me he adentrado en la ciudad y al igual que Esteban el muchacho del cuento de Congrains pienso en Lima comoLa bestia del millón de cabezas” dispuesta a devorar a quien no la conozca, a quien no este dispuesto a ser parte de ella y entonces sigo caminando y repito de memoria los versos de Martín Adán:

…Me gusta andar por las calles algo perro, algo máquina, casi nada hombre. No estoy muy convencido de mi humanidad; no quiero ser como los otros. No quiero ser feliz con permiso de la policía…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo soy uno más que como tantos amamos a "Lima la horrible"...