viernes, 17 de julio de 2009

IMPROPERIOS


Soy culpable de muchas cosas, ya lo se, pero se me acusa de ser demasiado blando, demasiado sensible, demasiado formalito. Eso dicen, y eso me llega. Cuando escucho esto realmente pienso: ¿De que mierda hablan? Yo soy casi tan malditamente cruel como cualquier otra persona, hasta a veces creo ser el peor de todos. Odio que piensen en mí como la versión masculina de la Madre Teresa de Calcuta o algo así, ¡No lo soy carajo! Odio, maldigo y aborrezco como cualquier otro mortal. A veces me revienta tener esta imagen que dicen que proyecto a los demás: la de ser un tipo buena gente que no le hace daño a nadie. Algunas veces quisiera vengarme de los que me hacen daño, de los que me joden por las puras. Estoy cansado de ser bueno, si, cansado ¿De que diablos me ha servido? Solo he conseguido ser más y más sensible, cuando en realidad debería odiar a todos, mostrar de vez en cuando los dientes filosos y mandar a la mierda a tanto imbecil que ni siquiera me conoce. Tengo rabia y no sé de que, tal vez siento mi cansancio, y ya no quiero empezar otra vez de cero, ya no, por todos lados veo la hipocresía y el dolor, me jode tanto ser tan sensible y no poder hacer nada por evitarlo…

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